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jueves , 21 de Noviembre de 2024
El evento de lanzamiento de la nueva Nissan Frontier producida en Argentina incluyó un test drive por los pintorescos paisajes de Bariloche, donde pudimos manejar por primera vez la pick up salida de la planta cordobesa de Santa Isabel, que reemplaza al producto mexicano. Lo hace con novedades en la construcción, la mecánica y el equipamiento de confort y seguridad, en el que sumó airbags laterales y de cortina (seis en total).
La pick up cuenta con una estética similar a la anterior, tanto por dentro como por fuera. En este último sector, la LE automática probada en el Sur lucía las conocidas luces de LED delanteras (incluidas las diurnas), las manijas y los espejos cromados y las vistosas llantas de aleación de 18 pulgadas.
Puertas adentro, la camioneta mantuvo el diseño de panel de a bordo y el tablero legible, con cuatro instrumentos de aguja, además de contar con una correcta calidad de plásticos (duros) y encastres.
La principal novedad del interior está a cargo del nuevo sistema multimedia con pantalla táctil de 8”, que reemplaza a la pantalla convencional de 5”. Incluye navegador, Bluetooth, reconocimiento por voz y conectividad WIFI y mediante Android Auto y Apple Car Play, ahora también con Waze. A eso se le suma el techo solar eléctrico, un nuevo chiche que es exclusivo para la versión evaluada.
Una vez en marcha, volvimos a extrañar la regulación en profundidad del volante, pero la Frontier suma puntos con los ajustes eléctricos de la butaca del conductor. Y pese a que no hubo cambios en la dirección hidráulica, el sistema brinda una mejorada maniobrabilidad gracias a los cambios realizados en las barras estabilizadoras (delantera y trasera). Además, se agradece la mejora en la insonorización para circular en ruta.
El recorrido por los caminos de Bariloche, incluyendo asfalto, ripio, tierra y barro con marcadas huellas producidas por la bajada del agua de la montaña, también permitió valorar los cambios en las suspensiones, con una nueva puesta a punto del esquema delantero: posee un recorrido más extenso, además de tener nueva compresión y expansión para los amortiguadores.
A eso se le suma la nueva calibración trasera, para que la pick up ya no se aplaste mucho en la zona trasera cuando está completamente cargada.
En las diferentes situaciones experimentadas, la pick up se mostró sólida y a la vez confortable, sin golpes bruscos ni ruidos estructurales. El motor diésel 2.3 biturbo con 190 CV y 450 Nm brinda bajo ruido, escasas vibraciones y un empuje suficiente para salir airoso del barro y para realizar sobrepasos con seguridad.
En la unidad que manejamos, el propulsor estaba asociado con la caja automática con siete marchas, con funcionamiento suave y rápido, pero sin levas en el volante.
Precio de la versión probada (LE 4×4 AT): 1.410.000 pesos
