Una delegación de la Cámara del Comercio Automotor (CCA) encabezada por su presidente, Alberto Príncipe, se reunió con funcionarios de la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) para advertir que como consecuencia de esa distorsión se están cayendo operaciones de venta.
“El comprador quiere pagar patentes y otros impuestos relacionados, como Sellos, sobre la base del precio real, y no del precio de lista informado por las terminales o distribuidoras”, dijo Príncipe.
El directivo explicó que los precios reales incluyen fuertes bonificaciones, y son entre 20 y 30% más bajos que los de la base imponible usada para el pago de impuestos.
Además, señaló que esta distorsión no sólo se produce en los 0km, sino que también impacta sobre los “usados jóvenes”, como los modelos 2017 y 2018.
En las operaciones de compra, un vehículo de hasta 400 mil pesos debe pagar una alícuota del 3,20% en concepto de patentes, y la escala va subiendo a medida que el precio se eleva. A esto se agrega un 3% de sellado, y la compañía de seguro toma ese precio de lista, muy superior al real.
Príncipe explicó que por esos desfasajes, los costos para comprar “suben por todos lados y en mucho casos se llega a caer la operación”.
“Le explicamos a las autoridades que a nadie le conviene que no se venda, ni a nosotros ni al Fisco, que deja de recaudar, por lo que confiamos en llegar a una solución”, expresó Príncipe.
El titular de la CCA dijo que el mercado de 0km sigue “paralizado, con stocks de entre 500 y 600 mil unidades”. Por ello se buscará adaptar la base imponible a los valores reales de las operaciones de mercado.
El problema de las patentes no sólo está afectando las operaciones por cerrarse.