El 91% de la población mundial vive en lugares con mala calidad del aire y el transporte es uno de los agentes responsables de este proceso. Los datos, provistos por la Organización Mundial de la Salud, también ponen el acento en la tasa de mortalidad asociada a esta condición: 7 millones de personas mueren anualmente debido a la contaminación del aire, y aproximadamente el 90 % reside en países de ingreso mediano y bajo.
El reciente anuncio del Estado argentino sobre la implementación de la etiqueta de eficiencia energética que informa sobre consumo energético y emisiones de dióxido de carbono en el 15% de los automóviles que se comercialicen en el territorio nacional constituye un paso significativo para comenzar a transitar el camino hacia una industria automotriz que preserve el medio ambiente y la salud de los ciudadanos.
“La finalidad del etiquetado es que los usuarios puedan conocer, evaluar y comparar diferentes opciones de vehículos en términos de ahorro de combustible y cuidado del ambiente con información precisa y estandarizada”, explicó Pablo Azorín, Jefe de Seguridad Vial y Medio Ambiente de FIA Región IV para Latinoamérica.
La etiqueta de eficiencia energética, cuya aplicación fue anunciada en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, se ejecutará en la Argentina según la Resolución 85/2018 de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable y la norma IRAM-AITA 10274. En una primera instancia, estará vigente para autos livianos (hasta 3.500 kg), previendo la ampliación de su alcance para llegar, en junio de 2020, a la totalidad de nuevos vehículos comercializados.
En la región, Chile es pionero en la puesta en marcha de la etiqueta de eficiencia energética, la cual se utiliza desde 2013 para automóviles livianos, extendiéndose en 2017 a vehículos medianos. Los datos que se suministran a futuros compradores son regulados por el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, a partir de pruebas realizadas en el Centro Nacional de Control y Certificación Vehicular, en condiciones de laboratorio y de acuerdo a la metodología estándar europea.
La etiqueta incluye tipo de vehículo (eléctricos, híbridos o con motor de combustión interna), marca y modelo, norma de emisión que cumple, código de informe técnico, emisiones de CO2 expresadas en gramos por kilómetro recorrido y rendimiento del combustible en ciudad, carretera y mixto.
Recientemente, Argentina suscribió a una serie de objetivos de desarrollo sostenible que forman parte de la “Agenda 2030” y comprenden producción, consumo y cambios de hábitos colectivos e individuales, particularmente respecto a la movilidad.
“La construcción de una sociedad más sustentable conlleva la incorporación de nuevas acciones tendientes a disminuir la huella de carbono, que en la Argentina está estimada en 5.71 toneladas de CO2 al año. En el caso de la compra de un vehículo, implica que los usuarios se familiaricen con referencias como el rendimiento y las emisiones de dióxido de carbono para elegir alternativas que priorizan el medio ambiente a la vez que favorecen el ahorro económico”, agregó Diego Cosentino, Gerente Regional de FIA Región IV.
Sin embargo, el cuidado del medio ambiente no depende solo de las acciones institucionales, estatales y empresariales. Con las propias acciones cotidianas se puede contribuir a este cambio de conciencia. A continuación, cinco consejos básicos para una conducción más eficiente, según su incidencia en el ahorro de consumo:
– Corroborar la correcta presión de neumáticos (hasta 3% de ahorro).
– Verificar el estado de los filtros (1,5% de ahorro).
– Reducción del peso (por 25 kg, 1% de ahorro).
– Conducción eficiente. Hace referencia a evitar maniobras innecesarias de aceleración y frenado, manteniendo una velocidad moderada y constante, la cual requiere menos energía (20% de ahorro).
– Uso responsable del aire acondicionado (20% de ahorro).