Difícil predecir el futuro, afirman desde la Cámara del Comercio Automotor, agrupación que nuclea a los comercios de vehículos usados en el país. Con un mercado que cayó un 25% en marzo y que seguramente se contrajo aun más en abril (todavía no se publicaron las cifras de transferencias del mes), la situación es más que preocupante.
Alberto Príncipe, el directivo que lidera la entidad expresó que “Nuestras empresas continúan con las cortinas bajas. La situación es difícil y alarmante. En los últimos años el sector prácticamente no tuvo rentabilidad y se sostuvo con los ahorros propios, y ahora agravado por el lucro cesante y los costos que seguimos teniendo”.
“Actualmente la AFIP tiene inscriptos más de 10.000 comercios de autos usados en el país, muchos de los cuales cuando se vuelva a la normalidad no volverán a la actividad”, dijo Príncipe.
“Ante este panorama, hemos solicitado tanto a las autoridades de la AFIP como la AGIP, se establezcan excepciones o postergaciones a las obligaciones corrientes en materia tributaria por impuesto a las ganancias, mínima presunta, IVA y empleadores. También, impuesto a ingresos brutos, ABL, patentes y sellos. Estamos trabajando en conjunto para encontrar una solución para el corto plazo”, mencionó el directivo.
“También estamos trabajamos en conjunto con la Dirección Nacional de los Registros de la Propiedad Automotor (DNRPA), y hemos logrado que la Jefatura de Gabinete autorice parcialmente la apertura de la Registros.
Además, luego de varias reuniones, a partir del miércoles 22 de abril, comenzaron a funcionar en CABA las plantas de Verificación Policial”, aclaró el presidente de la CCA, que concluyó que “Como dije, todo es futurología. El paso del tiempo nos dirá en que suelo arrasado nos moveremos, que seguro no será igual al conocido o imaginado. Seguro que no”.