Renault dio a conocer en Europa la nueva generación del Mégane Sedán, un tricuerpo basado en la cuarta generación del modelo perteneciente al segmento C, y que al igual que el hatchback y el familiar Sport Tourer, utiliza la plataforma modular CMF C/D.
El Mégane Sedán se caracteriza por tomar los rasgos de sus hermanos de gama, a lo que le suma un acertado diseño en el volumen posterior. Es equilibrado y tiene un estilo moderno y deportivo. Parece un Talisman de menor tamaño.
En el interior, el nuevo modelo promete buen espacio en las plazas traseras, además de contar con un estilo similar al del bicuerpo, incluyendo una pantalla a color de 8,7 pulgadas para el sistema multimedia R-Link. El baúl posee una capacidad de 508 litros.
Entre el equipamiento, el flamante tricuerpo posee el sistema Multi-Sense, head-up display a color, asistencia de estacionamiento, sistema de frenado de emergencia, alerta de salida de carril, entre otros.
Por el lado de la mecánica, y dependiendo del mercado, el nuevo sedán cuenta con los motores nafteros SCe con 115 caballos y TCe 130 con 130 CV, mientras que los propulsores turbodiésel son los dCi 90, dCi 110 y dCi 130.
Según el motor, las cajas anunciadas son las manuales con cinco y seis velocidades, además de la automática CVT (variador continuo) y las automáticas con doble embrague con seis y siete cambios.
Renault anunció que el nuevo Mégane Sedán será fabricado en la planta de Bursa, en Turquía, y que será ofrecido en 20 países en todo el mundo, incluyendo los mercados de Irlanda, Italia, Marruecos, Polonia, Rumania, Serbia, Eslovenia, Turquía y Ucrania.
Por el momento, la marca del Rombo no lo anunció con la denominación Fluence, como se llama el modelo actual que incluso es producido en Argentina, y al que debería reemplazar en muchos mercados.