Cadillac dio a conocer el CTS-V, el que es catalogado como el vehículo más potente en los 112 años de historia de la firma de lujo estadounidense de General Motors.
Se trata de un sedán con una longitud mayor a los 5 metros y un distancia entre ejes de 2.910 milímetros, que se destaca además por su estética. Tomando como parámetro el inconfundible estilo de diseño de los vehículos de la marca, este deportivo le suma diferentes detalles que se encargan de anunciar las intenciones deportivas del modelo.
La presentación incluye vistosas llantas de 19 pulgadas (con 265 y 295 mm de ancho), doble juego de luces de LED en el frontal, parrilla específica, una generosa toma de aire en el capó, branquias laterales ubicadas en los guardabarros, cuádruple salida de escape y alerón posterior.
Bajo el capó se encuentra el corazón de este Cadillac, un motor naftero V8 con compresor volumétrico e inyección directa que genera nada menos que 640 caballos y un torque máximo de 855 Nm cuando gira a 4.600 revoluciones.
El propulsor se asocia con una caja ZF automática de ocho velocidades y con la tracción en el eje posterior, conjunto que le provee una aceleración de 0 a 60 millas por hora (unos 96,5 km/h) en 3,7 segundos y una velocidad máxima de 322 km/h.
Entre sus particularidades se encuentran las piezas exteriores construidas en fibra de carbono (spoiler delantero, alerón trasero, etc.), el sistema de frenos de alto rendimiento de la firma Brembo, el Magnetic Ride Control (que adapta la amortiguación específica en forma automática), el sistema de estacionamiento automático paralelo y perpendicular.
Además, ofrece un interior con asientos deportivos Recaro tapizados en microfibra y piezas realizadas en fibra de carbono con terminación mate, mientras que el equipamiento incluye alerta de punto ciego, aviso de colisión frontal, ayuda de mantenimiento de carril y alerta de tráfico cruzado posterior, entre otros.