La próxima generación de las Chevrolet Colorado y GMC Canyon, las “primas” estadounidenses de la S10 fabricada en Brasil, podría surgir en 2023 e incluir cambios que generan expectativas.
Según Muscle Cars and Trucks, las pick ups medianas de General Motors podrían abandonar el conocido motor 2.8 turbodiésel, también utilizado por la S10 regional. Lo mismo podría suceder con los nafteros 2.5 con cuatro cilindros y V6 3.6 utilizados actualmente en el mercado norteamericano.
La novedad de ambos productos sería una gama con un solo propulsor, el naftero con 2,7 litros y turbocompresor heredado de las Chevrolet Silverado y GMC Sierra, pertenecientes al segmento grande, en las que entrega 314 caballos de potencia y 471 Nm de torque. Además, anticipan la presencia de la caja automática con diez marchas, que se uniría con la tracción trasera o 4×4.
En Sudamérica, no imaginamos una gama de una pick up del segmento mediano sin la presencia de un turbodiésel. Sin embargo, aún es muy pronto para conocer cómo será la evolución de esta motorización para la S10.
Sin dudas, sería interesante la llegada a la región del potente naftero 2.7 con turbo, como un complemento del diésel y para competir con pick ups con mayor potencia como la Toyota Hilux GR-Sport, que posee un naftero V6 con 238 caballos.
En Argentina, la gama actual de la Chevrolet S10 cuenta con un solo motor, el turbodiésel Duramax 2.8 con 200 caballos de potencia y 440 Nm de torque con la caja manual o 500 Nm con la automática, ambas con seis marchas. Además, tiene tracción trasera o 4×4 electrónica con reductora.