Con el objetivo de mantenerse en el competitivo segmento de los autos medianos de dos volúmenes, Citroën renovó parcialmente en Europa la segunda generación del C4 Hatchback, la cual fue lanzada por primera vez en el Viejo Continente en el año 2010.
Las diferencias respecto de la gama convencional son variadas, comenzando por el diseño exterior, el cual le dio la bienvenida a nuevas ópticas delanteras que se sumaron a la moda al incorporar la tecnología de diodos luminosos (LED).
Están acompañadas por las nuevas ópticas posteriores con LEDs, y por las flamantes llantas y tonalidades para la carrocería, que conservó su silueta original, así como su configuración de cinco puertas.
En el habitáculo, donde posee una plancha de a bordo similar a la del C4 Lounge, se reemplazó la pantalla color convencional de 7 pulgadas -que brinda diversas informaciones, incluidas las de navegación- por una con tecnología táctil, algo que será valorado por los usuarios.
En cuanto a la mecánica, la misma introdujo nuevos motores Euro 6, los nafteros 1.2 de tres cilindros pertenecientes a la familia Pure Tech, con 110 y 130 CV y combinados con cajas manual y la nueva automática EAT6. Los diésel son los 1.6 BlueHDi con potencias de 100 y 120 CV.
Además, posee la tecnología Stop & Start y neumáticos de baja resistencia a la rodadura, lo que contribuye al ahorro de combustible. En este sentido, los nafteros consumen en promedio 4,7 y 4,8 l/100 km respectivamente, mientras que los diésel se conforman con apenas 3,3 a 3,6 litros cada 100 kilómetros recorridos.
Otras de las ganancias del modelo es la llegada del sistema de acceso manos libres y arranque por botón, mientras que el equipamiento se completa con Hill Start Assist, controles de tracción y estabilidad, monitoreo de punto ciego, asistente de salida de carril y sistema de llamada de emergencia.
Este Citroën C4 no es conocido en Argentina, donde sin embargo es producida (en la planta bonaerense de PSA en Palomar) su variante de tres volúmenes, el C4 Lounge.