Citroën sigue adelantando sus novedades para el próximo Salón de Frankfurt. Esta vez se trata del Tubik, un monovolumen de 9 plazas, de diseño futurista, inspirado en las líneas del célebre Citroën Tipo H, afectuosamente apodado por el público como “TUB” (Traction Utilitaire Basse) y que fuera fabricado entre 1947 y 1981. Su tamaño y estilo han hecho de él uno de los “best sellers” de la época (500.000 unidades en 34 años de comercialización).
Las medidas de esta “van” -4,8 metros de largo, 2,08 de ancho y 2,05 de alto-, la hacen un poco más compacta que el Jumper, actualmente comercializado en Argentina por Citroën. El volumen delantero, que se separa del resto, evoca por sus nervaduras la chapa ondulada del Citroën Tipo H así como también por los dos montantes del parabrisas.
Se caracteriza, especialmente, por sus únicas dos puertas, la del conductor, que se abre hacia arriba y delante y la de los pasajeros, que ocupa casi todo el lateral derecho, también de apertura vertical. Muy originales resultan las ventanas, panorámicas, camufladas de manera tal que desde el exterior no se perciben ni permiten que se vea el interior. Como todo buen concepto, no faltan las cámaras que reemplazan a los retrovisores externos.
El Tubik está propulsado por el sistema Hybrid4, compuesto por un motor diesel y otro eléctrico. El primero, ubicado adelante, transmite su potencia a las ruedas delanteras, mientras que el eléctrico se ocupa de la tracción trasera. La suspensión es la ya conocida hidractiva, que mantiene constante la altura de la carrocería independientemente de la carga que se esté llevando.
En el interior se destaca el lector de huellas dactilares para la puesta en marcha del Tubik y de los demás sistemas. El espacio para los ocupantes está distribuido en tres filas con todos los asientos independientes que pueden modularse según la capacidad de carga necesaria. De esta forma, la fila delantera puede invertirse para circular en el sentido contrario a la marcha, mientras la segunda puede convertirse en mesa o también ocultarse bajo la fila trasera para dejar un espacio libre de dos metros cuadrados. Otra alternativa consiste en extender los asientos hasta dejar una posición horizontal donde pueden dormir tres personas.
El puesto de conducción se denomina “Cyclotron” y reagrupa con un solo trazo circular el asiento, el pedal, el volante y la banda circular del visor de datos sobre el parabrisas. En su asiento de cuero negro, el conductor es identificado por reconocimiento digital y dispone a su alrededor de todas las informaciones necesarias para la navegación con el visor de datos sobre el parabrisas y la pantalla situada en el centro del volante. Para controlar la parte trasera, una pantalla muestra las imágenes de las cámaras de marcha atrás y de retrovisión.
Con este concepto Citroën, al igual que Volkswagen, estará presentando en Frankfurt su visión de los monovolúmens del futuro. ¿Se convertirá el Tubik, por su diseño externo y su amplio interior, en un futuro rival de la Combi?