El BMW Serie 3 ha cumplido cuatro décadas en las que se convirtió en un referente entre los modelos premium pertenecientes al segmento D. Con una constante evolución a traves de los años, se caracteriza por su dinamismo, la propulsión trasera y la equilibrada distribución de pesos (50:50), entre otros aspectos.
El modelo fue creado en el año 1975 con carrocería cupé bajo el código interno E21, y en menos de seis años se consolidó como el modelo más vendido de la marca hasta la actualidad.
La segunda generación llegó al mundo en el año 1983, junto con la primera opción de carrocería sedán del modelo. Además, hizo debutar al Serie 3 Touring y al primer BMW M3 de la historia, la variante deportiva del modelo.
Por su parte, la tercera generación E36 del año 1990 sumaba modernidad manteniendo las características básicas del modelo. En cuanto a la estética, introdujo los faros delanteros dobles cubiertos con un cristal, uno de sus sellos hasta estos días.
Pasaron ocho años para que BMW diera a conocer la cuarta generación del Serie 3, la cual aumentaba el tamaño pero mantenía el reparto de pesos 50:50. Tenía ejes con partes de aluminio, y le dio la bienvenida a sistemas de ayuda a la conducción.
Una de las novedades más importantes de la quinta generación, con código E90, fue la marcada evolución en el diseño exterior, con formas que combinan líneas cóncavas y convexas. Otro de sus estrenos fue el sistema BMW iDrive.
Nacida en 2011, la última de las generaciones se destaca por contar con la presencia de sistemas de asistencia a la conducción, servicios de movilidad y conectividad a través de BMW ConnectedDrive.
De esta forma, el último de los Serie 3 ya lleva unos cuatro años en el mercado internacional, lo que indica que en pocos años más conoceremos a su reemplazante.