El Gobierno anunció hoy la modificación del impuesto a los autos “de lujo” a través de una suba del 15 por ciento de las bases de sus dos escalas, con lo cual se incrementó los valores en los que empiezan a ser afectados los vehículos.
Por medio de un comunicado publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno indicó que pagarán la primera escale del impuesto los autos cuyo precio de venta a concesionarios superen los 195.500 pesos (antes era 170.000), lo que equivale a un precio al público de aproximadamente 275.000 pesos (antes 239 mil).
De ahora en más, la segunda escala será aplicada a los productos que superen los 241.500 pesos en concesionario (antes 210.000), lo cual significa un valor final que pasó de los 385.000 a unos 440.000 pesos.
La primera tasa implica un incremento en los precios del 30 por ciento, mientras que la segunda suma un 50%. Pero por la forma en la que se aplica el impuesto, los aumentos reales son de aproximadamente el 45 y el 90 por ciento respectivamente.
Con esta modificación, algunos autos de gama baja y mediana que son ofrecidos con precios cercanos a los 240.000 pesos tendrán un poco de alivio, aunque muchos ya han superado dicha barrera en los concesionarios. Lo mismo sucede con los medianos, que podrán ser ofrecidos a valores superiores a los 240 mil pesos sin necesidad de incrementar considerablemente sus precios.
Asimismo, la suba del 15 por ciento es menor al 25% esperado por el sector. Y es aún más pequeña que los aumentos experimentados por los 0 km durante 2014, período en el que los precios escalaron, en promedio, un 50 por ciento.
En este contexto, desde el sector automotor ya indicaron que la modificación del impuesto no será suficiente para combatir la baja en las ventas de vehículos 0 km, que hasta el mes de noviembre acumulaban una caída del 27 por ciento.
Desde ahora, el impuesto a los autos tendrá tasas que se extenderán solamente por seis meses (antes lo hacían anualmente), con lo cual será revisado en el mes de junio.