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PRUEBAS

30/12/2010

Test: nuevo FIAT UNO Way

Luego de décadas rodando por nuestras calles, el FIAT UNO, uno de los clásicos del mercado argentino, estrenó una generación completamente nueva, exclusiva del Mercosur. ¿Estaremos ante un suceso de las mismas proporciones que el original?

Test: nuevo FIAT UNO Way

Diseñado por Giorgetto Giugiaro, el FIAT UNO original fue uno de esos autos revolucionarios allá por 1983. Trompa lanzada, techo alto que habilitaba un interior muy espacioso y los marcos de ventanillas envolventes no eran novedades absolutas, pero todas unidas hicieron de este modelo un suceso tanto en Europa como en Argentina.

Ahora, el clásico vuelve creado por Centro Estilo FIAT para América Latina junto a su par de la casa matriz. Fue muy acertado de evitar la nostalgia y dotar al nuevo UNO de personalidad propia pese al mítico nombre, como sucedió con el Panda en Italia. Un punto en común con el modelo original es la altura y el generoso tamaño de la superficie acristalada, que rompe con los tiranos mandatos actuales.

El nuevo UNO estrena una estética diferente a lo visto hasta ahora por la marca, limitándose a realizar pequeños guiños a modelos como el mentado Panda. Todas las líneas del UNO siguen el estilo de su logo, con líneas rectas enlazadas por curvas. Esto se puede apreciar también en elementos puntuales como las tres falsas grillas que acompañan al escudo frontal, las molduras de las puertas, la gran parrilla frontal y el conjunto que forman la luneta con las luces traseras.

La boca con grueso barral interno, el capot alto y el portón trasero plano entregan un aire de solidez. Esto es capitalizado por la versión Way, de corte aventurero, aquí probada. En este caso, los paragolpes son el plástico oscuro y aparecen molduras del mismo material en puertas, guardabarros y entre los faros delanteros. Extrañamente no hay protectores de zócalos, pero no faltan barras de techo al tono, llantas específicas y sutiles labios metalizados en ambos frentes.

Interior

El nuevo UNO ha cambiado de segmento respecto de su antecesor, pasando se ser un compacto a un urbano. Esta diferencia se aprecia en sus 3.770 mm de largo que supera al modelo original, pero es sutilmente más corto que un Palio. El baúl ofrece entre 290 y 280 L dependiendo de la inclinación del respaldo posterior y puede ampliarse a 690 L rebatiendo los asientos, tarea que no resulta del todo fácil. El espacio se destina a las dos líneas de asientos con buen despeje para piernas y cabezas.

Al igual que la carrocería, el diseño de la cabina es un soplo de aire fresco con algunos elementos inspirados en el nuevo 500 como el cuadro de instrumentos con un gran parasol redondo. En su interior ofrece, una pantalla circular, un tacómetro lateral y un gran velocímetro redondo, de fácil lectura, con bella serigrafía retro.

Las líneas del tablero son fluidas y colocan los principales controles a mano, incluyendo las teclas de ventanillas eléctricas que, una vez acostumbrado a su ubicación, resultan cómodas. Además, generan diversos espacios porta objetos aumentando la practicidadjunto a la consola de techo. Mención destacada merecen las contrapuertas que repiten el motivo circular y ofrecen tela.

La calidad de plásticos y empalmes deja espacio para la mejora. Se destaca la textura utilizada en el tablero y el decorado que envuelve las bocas de ventilación centrales, ambos con estilo innovador y juvenil.

Comportamiento

Apoyado por regulación en altura de la dirección (de butaca es un opcional no montado en la unidad probada), la posición de manejo requiere estirar los brazos, pero es cómoda y dominante. Debido a los gruesos parantes, la visión se complica hacia las cuatro diagonales, resultando favorecida en general por la línea de cintura baja.

En marcha se nota el típico enfoque de FIAT hacia el confort. Algo ruidoso ante imperfecciones bruscas, la principal molestia provino del estéreo que, además de ser difícil de operar, vibraba. Espero que se haya tratado de un caso aislado producido por un anclaje débil de la carcasa.

El despeje no es aclarado en la información de la marca, pero en el caso del Way debería ser superior al Attractive, ayudado por las cubiertas Pirelli Scorpion ATR 175/70 R 14 de dibujo mixto y amplio talón. Esta combinación sumada al calibrado suave de suspensiones se manifiesta en ruta con pronunciada inclinación de la carrocería, en curvas y durante el frenado. El volante de empuñadura deportiva acciona una dirección algo pesada y precisa.

Performance

La motorización del nuevo UNO es una evolución del conocido 1.4 L 8V Fire que entrega 85 CV. Según informa FIAT las modificaciones incluyen colector de admisión (en plástico) árboles de levas, tapa de aleación y nueva centralita de gestión. La gran novedad la da el variador de fase continuo que según explica la marca reduce el consumo hasta un 5%.

En la práctica se siente perezoso a bajas vueltas, ganado performance a medida que se acerca las 3.000 rpm, cuando se acerca a los 12.4 kgm de torque. Prestando atención a la palanca de cambios, se puede disponer de un buen poder de reacción en ciudad.

En ruta el UNO es confortable hasta los 120 km/h (114 km/h reales) donde ya necesita 3.750 rpm. A partir de esa velocidad el ruido del motor coloniza el habitáculo. Esto se debe a una 5º corta pensada para aprovechar mejor el poder del compacto 1.4 L. Durante las pruebas se alcanzaron los 157 Km/h reales (170 km/h en velocímetro) a más de 5.000 vueltas. Teniendo en cuenta que aún faltaban 750 rpm en el tacómetro, no resulta descabellado pensar que alcanzará los 165 km/h declarados por el fabricante.

Ficha técnica y equipamiento

Conclusión

El UNO es un auto completamente nuevo, con un nombre legendario. Estéticamente se diferencia de la familia FIAT y de todos sus competidores, tanto en el exterior como en el interior, donde aporta un soplo de aire fresco.

Dinámicamente se destaca el renovado 1.4 L y el confort de marcha. En ruta se siente algo incómodo, con marcados balanceos de carrocería y bastante rumorisidad mecánica. Quienes lo utilicen principalmente en ciudad encontrarán en él un buen aliado. Después de todo el UNO ahora es un compacto urbano.

 

Textos y fotos: Hernando Calaza





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