BMW aprovechó el Salón del Automóvil de París para presentar por primera vez la séptima generación del Serie 3. Se trata del clásico modelo de la firma alemana, en esta oportunidad mostrado sólo con carrocería sedán.
En el exterior, el modelo posee un mayor tamaño respecto de la edición anterior, incluyendo 4,71 metros de longitud, 8,5 centímetros más que el anterior, cifra que junto al crecimiento de la distancia entre ejes, se traslada al mejor espacio en el habitáculo. Por su parte, el baúl posee 480 litros y apertura automática.
Si hablamos del diseño, lo más llamativo del nuevo sedán se encuentra en la zona frontal, con un estilo imponente que incluye parrilla más apaisada y ópticas con luces dobles y corte inferior. También se luce el nuevo sector posterior, donde recibió nuevas ópticas dobles más delgadas
La ficha técnica cuenta con diferentes tipos de suspensión, incluida la deportiva de Motorsport (M), caja manual con seis velocidades o automática con ocho marchas y tracción trasera o integral inteligente xDrive.
Las versiones presentadas son las nafteras 320i con 184 caballos de potencia y 330i con 258 CV y 400 Nm, mientras que las opciones diésel son las 318d con 150 CV, 320d con 190 CV y 330d con 265 caballos.
El equipamiento contiene tablero digital con pantalla de 12,3”, visión de 360 grados, frenado automático en ciudad, aviso de tránsito cruzado trasero, control de velocidad crucero adaptativo y asistencia en embotellamientos de mantenimiento de carril, entre otros.
En cuanto a la construcción, el nuevo Serie 3 es hasta 55 kilogramos más liviano respecto del modelo anterior, además de contar con un centro de gravedad más bajo y una distribución de pesos 50:50. La marca anunció que será fabricado en tres plantas de diferentes continentes: Alemania, China y México.