En China, Ford continúa ofreciendo el Escort, un modelo desarrollado a partir de la plataforma mundial para autos medianos de la marca y que comparte el nombre (sólo eso) con el vehículo ofrecido en Argentina entre las décadas del 90 y de 2000.
Lanzado por primera vez hace poco más de tres años, el Escort asiático ahora sumó una renovación que le permite estar a tono con otros modelos de la marca como el Focus de cuarta generación, que se posiciona un escalón por encima.
El sedán del Óvalo se destaca por la silueta con líneas suaves, ahora combinada con un renovado sector frontal en el que cuenta con ópticas con luces de LED y una generosa parrilla cromada.
En los laterales, a la mencionada silueta se le suman las llantas de aleación con un diámetro de 17 pulgadas y la antena tipo aleta de tiburón, mientras que en la parte trasera posee ópticas “gemelas” con luces de LED.
En el habitáculo, la novedad del Escort pasa por el flamante tablero, que incluye tres instrumentos de aguja y un display en el centro del velocímetro. Está acompañado por detalles brillantes y de aluminio satinado.
En la ficha técnica se encuentra otra de las novedades, ya que el Escort le dio la bienvenida al multipremiado motor naftero EcoBoost 1.0, con tres cilindros y turbocompresor, que se suma al 1.5 Ti-VCT. También posee sistema de apagado y encendido automático de motor, caja automática SelectShift con seis marchas y la nueva transmisión manual con el mismo número de relaciones.
Si nos referimos al equipamiento de seguridad, rubro en el que además sobresale por haber logrado las cinco estrellas en las pruebas de choque de C-NCAP, cuenta con control de estabilidad, airbags frontales, laterales y de cortina y monitoreo de presión de los neumáticos.