Invitados por Volkswagen Argentina, viajamos a Salta para manejar la octava generación del Volkswagen Passat, el sedán del segmento D que llega a nuestro país importado de Alemania.
Allí, unimos la capital de la pintoresca provincia con Cafayate, recorriendo uno de los paisajes más lindos de nuestra Argentina. El viaje comenzó en el flamante concesionario Autosol, que con sus 6.300 m2 es uno de los más grandes de la marca, y nos llevó hasta el lujoso resort Grace Cafayate.
A primera vista, el modelo llama la atención por el diseño frontal, con un estilo evolucionado respecto de otros modelos de la marca, mientras que en la parte trasera se destaca la suave caída del techo y las ópticas dobles, un sello de VW. En el lateral, en tanto, sobresalen las atractivas llantas de 18″ (con neumáticos Pirelli P7 en medida 235/45 R18).
Desarrollado sobre la plataforma modular MQB (la misma del Golf), posee dimensiones que contribuyen a su imagen imponente: 4,77 metros de longitud, 1,82 de ancho, 1,47 de altura y 2,71 de distancia entre ejes. Por su parte, el baúl posee unos más que generosos 586 litros de capacidad, a pesar de contar con un auxilio homogéneo.
El interior es puro lujo y confort. El diseño de la plancha de a bordo es sobrio (otro sello de la marca), la calidad de los materiales y las terminación son excelentes como en todo alemán premium y las plazas traseras son amplias y brindan comodidad a tres personas adultas.
La posición de manejo ideal es fácil de encontrar gracias a las múltiples regulaciones de la butaca del conductor (eléctricas) y a la del volante, que se puede configurar tanto en altura como en profundidad.
En Argentina, el modelo está presente con una gama compuesta por las versiones Highline y R-Line, que se caracteriza por combinar el mencionado nivel de equipamiento con una estética más deportiva.
El equipamiento de la versión Highline probada es muy completo aunque no le alcanza para “volarte la peluca”. Incluye sistema de estacionamiento Area View con ayuda activa, selección de perfil de conducción con chasis adaptativo, techo solar eléctrico, control de velocidad crucero, asientos delanteros eléctricos con memorias, calefacción y masajes para conductor y freno de estacionamiento eléctrico con Auto Hold.
También incorpora el espectacular tablero digital Active Info Display de excelente resolución, y el sistema multimedia Discover Pro compuesto por la pantalla táctil de 8”, GPS, con control por voz, AppConnect y memoria interna de 64 GB.
En cuanto a la seguridad, el Passat B8 cuenta con controles de estabilidad y de tracción, airbags frontales, laterales delanteros y traseros, de cortina y para rodillas del conductor (9 en total), asistente de frenado en pendiente, Isofix, luces antiniebla delanteras y trasera y monitoreo de presión de neumáticos.
Entre los faltantes podemos mencionar dispositivos de asistencia como la alerta de punto ciego, que incluso poseen autos de menor jerarquía, la alerta de mantenimiento de carril, o el frenado autónomo. Igualmente, este Passat fue un digno merecedor de 5 estrellas en seguridad (la máxima calificación) de Euro NCAP.
Las dos versiones de la gama equipan el motor naftero 2.0 TSI con 220 CV de potencia y 350 Nm de torque, que se combina con la caja automática DSG con doble embrague, seis velocidades, modo Sport y levas en el volante. A eso se le suma la tracción delantera, asistida con un diferencial electrónico.
Con ese conjunto, el Passat sedán puede acelerar de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y alcanzar los 247 km/h de velocidad máxima, mientras que el consumo promedio es realmente bajo: 6,2 litros cada 100 kilómetros.
La suspensión es independiente en las cuatro ruedas y trabaja de maravillas con el chasis para brindar un andar confortable, con una gran estabilidad y seguridad, con mínimas inclinaciones de la carrocería. Los frenos, por su parte, tienen discos delanteros y traseros, y la dirección, también suave y precisa, cuenta con asistencia eléctrica.
Con esta mecánica, el Passat es un auto que invita a viajar. Qué decir de este motor, que es el mismo que, por ejemplo, el Golf GTI. El torque está disponible desde muy bajas revoluciones y en un amplio rango, brindando una gran elasticidad. La entrega de potencia es contundente, pero suave, en sintonía con la elegancia del modelo, que tiene todo el “fun to drive” característico de la marca.
Luego de esta reseña, seguramente te estarás preguntando por el precio. El Volkswagen Passat Highline cotiza actualmente a 59.900 dólares y si estás contando los centavos como yo, tal vez valores otras alternativas más económicas como el Ford Mondeo (cuesta unos 200.000 pesos menos). Si en cambio estás un poco más holgado, este Passat, que tiene argumentos como un mayor valor de reventa y pasaporte alemán, entre muchos otros, seguramente no te va a defraudar ya que la satisfacción está asegurada.
– Ficha técnica Volkswagen Passat (B8)
Texto y fotos: Ezequiel Herraiz