La marca ofrece una conversión para el modelo histórico. Incluye un motor con cero emisiones que entrega 122 caballos y le permite acelerar de 0 a 100 km/h en unos 9 segundos.

A través del proyecto MINI Recharged, la marca británica ofrece una conversión del Mini clásico a la electrificación. De esta forma, permite combinar su historia con una nueva tecnología, logrando una segunda vida más sustentable.

El sistema de propulsión cuenta con un moderno motor eléctrico que entrega una potencia continua de hasta 90 kW, lo que equivale a 122 caballos. Le permite acelerar de 0 a 100 km/h en un tiempo de unos 9 segundos.

El nuevo motor es alimentado por una batería de alto voltaje que brinda una autonomía de aproximadamente 160 kilómetros con cada carga de electricidad, que se realiza con una potencia de hasta 6.6 kW.

El trabajo a medida se realiza en Reino Unido y los vehículos incluyen un número individual que los hace exclusivos. También disponen de los instrumentos centrales con estilo clásico e información como la velocidad y la posición de la caja.

Por otro lado, el proceso de conversión incluye el almacenamiento del motor original de cada unidad del Mini, lo que permite la reutilización para una futura restauración, para que los vehículos regresen a su estado original.

El proyecto MINI Recharged surgió luego de la fabricación y presentación de un Mini Eléctric clásico en el New York Auto Show de 2018. Después de las reacciones positivas, un equipo de la marca comenzó a crear la propuesta.