Luego del lanzamiento en Brasil del nuevo Renault Fluence, en ese país surgió nuevamente la versión GT Line, que a diferencia de la GT posee sólo la estética deportiva, brindando mayor confort.
Es que este Fluence argentino destinado al mercado vecino se conforma con el motor 2.0 con 16 válvulas y sistema Hi-Flex que le permite utilizar nafta o alcohol. Con el primero de los combustibles genera 143 CV y 19,9 kgm de par, mientras que con el otro eroga 140 CV y 20,3 kgm.
Las intenciones más “domésticas” del GT Line también tienen que ver con la presencia de la caja automática CVT X-Tronic (variador continuo), con la que llega a los 100 km/h desde cero en 9,9 segundos (10,1 con nafta), y alcanza una velocidad final de 195 km/h.
Por contar con una mecánica que también está presente en otras versiones del sedán, la diferencia del GT Line se encuentra en la estética, similar a la de la versión GT que está llegando al mercado argentino.
La imagen deportiva es conseguida gracias a la presencia de nuevos paragolpes, el delantero con apliques grises y el posterior con difusor de aire y salida de escape cromada, en conjunto con un spoiler sobre la tapa del baúl y los zócalos envolventes.
En el interior dispone de una serie de piezas que contribuyen a la imagen sport, como las butacas con la inscripción “GT Line” en los apoyacabezas, la pedalera de aluminio y los apliques en colores negro brillante y rojo.
Se trata de un desarrollo creado en el Renault Design América Latina (RDAL), el único estudio de diseño de la marca en América (uno de los cinco en el mundo), el cual está ubicado en San Pablo.
Este Fluence GT Line no es nuevo en el país vecino, donde la gama anterior del modelo ya ofrecía está sociedad entre deportividad y confort. En Argentina en breve será comercializado el GT, con 190 CV.