El Logan tiene muchos aspectos destacados, pero rara vez se escuchará que alguien lo compró por su encanto estético. Ante este panorama, Renault realizó una serie de retoque estéticos destinados a mejorar su performance visual. En la información de prensa la casa del Rombo habla de líneas más suaves. Personalmente no estoy 100% de acuerdo, pero hay que destacar el trabajo realizado en los detalles del vehículo.
La parrilla ahora está compuesta por barrales color ceniza que se van afinando hacia el centro transformándose en láminas. En todas las versiones, el capot está rematado por un grueso listón cromado que tiene su compañero en la tapa del baúl a partir de la versión Pack Plus.
Ambos paragolpes son de nueva factura, destacándose el delantero con diseño horizontal, boca central con panel de abeja y remate ascendente en los laterales donde aloja los rompenieblas. Los faros no cambian formato, pero si el diseño interior, los delanteros lucen más brillantes, los traseros con un tono más profundo. El baúl ahora culmina con un sutil spoiler esculpido en la chapa.
En resumen, el trabajo realizado en los detalles suma elegancia, pero no logra transformar al Logan en un auto “fachero”. El problema radica en los lineamientos generales, con ángulos muy rectos. Quizá unos faros delanteros que invadan los laterales, como sucede en el Sandero, harían una gran diferencia. Pero esa es una apreciación personal. ¿Ustedes qué opinan?.
Interior
En la cabina del Logan sucede algo similar al exterior, la calidad está acorde al segmento, pero el estilo es muy austero, algo que salta a la vista inmediatamente si se lo compara con el Symbol. Renault responde importando elementos del Sandero, incluyendo el tablero de líneas redondeadas que envuelven los aireadores laterales. La franja frontal recibe una textura específica y la parte baja empalma con el torpedo generando un posa tutti.
A partir de la versión Confort los detalles interiores son color aluminio, incluyendo manijas de puertas y marcos de aireadores. La versión probada, Confort Plus, perdió el afelpado tapizado original, pero la nueva tela sigue siendo atractiva.
Los comandos de las ventanillas eléctricas abandonaron la consola central para alojarse en las puertas. La instalación de los pulsadores, compartidos con otros modelos como el Clio y Megane II, demandó una nueva moldura que integra el parlante. La agarradera de la contrapuerta es nueva, mucho más atractiva y práctica aunque interfiere parcialmente a la hora de subir o bajar las ventanillas.
La gran ventaja del Logan sigue siendo el espacio interior fruto de una inmensa distancia entre ejes y un techo tan alto que lo acerca al mundo de los MPV. Así logra que entren hasta cinco adultos cómodos, con cinturón de solo dos puntos en la plaza central trasera, pero tres apoyacabezas, algo poco visto en los compactos made in Mercosur.
Comportamiento
Antes de tomar la primer curva es bueno tener en cuenta como se relaciona el Logan con su conductor, o sea, la posición de manejo. El asiento es alto y el volante grande, lejano e inclinado, obligando a llevar el respaldo bastante recto. Ayuda la regulación en altura de dirección y butaca presente desde la versión Confort y la altura mejora la visibilidad en todo el perímetro.
En marcha se destaca el confort, clásico de los Renault, aunque se siente que se ha realizado un trabajo para mejorar la estabilidad del Logan. En recta muestra correcto aplomo, mostrando cierta sensibilidad a los vientos laterales, que el día de la prueba soplaban con ráfagas importantes. Ante algún volantazo brusco, el enfoque confortable y la altura se hacen notar con un marcado rolido. Lo mismo sucede en las curvas, especialmente las cerradas, aunque, como se aclaró más arriba, ahora se siente menos blando y parece inclinarse menos, ganando en seguridad y agilidad.
Performance
En la oferta naftera del nuevo Logan, el conocido 1.6L 16V fue completamente sustituido por la unidad de 8V. La diferencia de potencia es de 15 CV y 2 kgm menos, pero a menor cantidad de giros, alcanzando los 13.1 kilográmetros a 3.000 rpm. En ciudad se siente lo suficientemente elástico y veloz, en ruta necesita una 5º más corta superando levemente las 3.500 rpm para circular a 130 km/h (122 km/h reales). Es algo ruidoso, pero hasta esa velocidad logra mantener los ruidos mecánicos y eólicos dentro de parámetros aceptables.
Buscando la velocidad máxima midió 162 km/h (170 de velocímetro) hasta que el viento se puso en su contra limitándolo a 152 km/h. A la vuelta alcanzó 171 km/h (180 km/h de velocímetro). En resumen, el promedio indica que la primer medición es correcta. En cuanto a consumos, se mantuvo dentro de parámetros calificables como buenos y dentro de los valores declarados por el fabricante (ver fichas).
Ficha técnica y equipamiento
Conclusión
En su búsqueda por situarse en la franja de mercado correcta y ser más atractivo, el sedán compacto de Renault ha mejorado en varios aspectos, sin dejar de ser el Logan. Esto quiere decir que no logra ser sexy, aunque el trabajo en los detalles merece ser destacado, agregando elegancia.
Dinámicamente perdió 15 CV y no es un auto para “pilotos”, pero mejoró su comportamiento sin renunciar al destacado confort de marcha. Donde el Logan es un claro dominador es en espacio, tanto para personas como para su carga, ganándole inclusive a modelos del segmento siguiente.
Si queres viajar cómodo, tener espacio para llevar de todo y a todos, el Logan puede ser tu auto ideal, ¿Qué opinas?
Textos y fotos: Hernando Calaza