El sedán producido en ese país recibió cambios estéticos exteriores, además de novedades en el interior y el equipamiento. Por primera vez suma la versión R-Line con estilo deportivo.

Volkswagen renovó el Passat en Estados Unidos, donde es producido (en la planta de Chattanooga) exclusivamente para los mercados de Norteamérica, ya que se trata de un producto distinto al modelo europeo que conocemos en Argentina.

Uno de los cambios de este modelo, que está ubicado en el segmento D, se encuentra en la estética exterior, con modificaciones tanto en la parte delantera como en la trasera, ambas con nuevas luces con tecnología LED.

La renovación estética se completa con la presencia de una versión R-Line, por primera vez en la historia del Passat estadounidense. Posee estilo deportivo que incluye paragolpes delantero y trasero exclusivos y llantas de 19 pulgadas.

Puertas adentro cuenta con varias mejoras, como el renovado tablero, los nuevos materiales y el último sistema de información y entretenimiento de la marca, el VW MIB II, con integración de los teléfonos celulares a través de las plataformas Apple CarPlay, Android Auto y MirrorLink.

También hay nuevo equipamiento de seguridad y de asistencia al conductor, como el sistema de frenado automático post-colisión y el control de velocidad crucero adaptativo, que se adapta a la velocidad que lo precede.

A eso se le suma la presencia de advertencia de colisión frontal, frenado autónomo de emergencia (detiene el vehículo sin intervención del conductor), advertencia de salida de carril con corrección de la dirección y asistente de estacionamiento.

Los motores disponibles son tres, comenzando con el naftero 1.8 TSI con inyección directa, turbocompresor y 170 CV, el cual está acompañado por el diésel 2.0 TDI de 150 CV y el VR6 3.6 que entrega 280 caballos. Una de las cajas es la automática con seis velocidades.