Mercedes-Benz presentó el nuevo GLE en el mercado europeo. Pero, ¿qué es? No es otro modelo que la conocida Clase M llevando una de las nuevas denominaciones de la firma alemana, y con algunas novedades más.
El nuevo GLE toma la base del ML de última generación pero le suma, además del nombre, una serie de nuevos detalles estéticos que le permiten lucir más moderno. Lo más importante esta en el frontal, que incorporó nueva parrilla en combinación con ópticas y paragolpes con diseños diferentes.
No hay cambios generales en el diseño de la carrocería, que se diferencia del nuevo GLE Coupé por su estilo más conservador. En ese contexto, el sector posterior también conservó sus características generales, aunque sumando nuevo paragolpes y otros detalles.
Mantuvo la configuración -de cinco lugares- en el habitáculo, que ofrece nueva pantalla de siete pulgadas fuera de la consola central, no como en el modelo anterior, que está presente en el mercado argentino desde 2013.
Las opciones con motorización diésel son la GLE 250 d (204 CV), la GLE 250 d 4MATIC (misma potencia y tracción integral) y la GLE 350 d 4MATIC, con un V6 que entrega 258 CV. La transmisión común es la automática 9 G-Tronic, con nueve marchas.
Las variantes nafteras son dos y se unen a la caja automática 7 G-Tronic. La GLE 400 4MATIC recurre a un bloque V6 con 333 CV, al mismo tiempo que la GLE 500 4MATIC está equipada con un V8 que eleva la potencia hasta los 435 caballos.
La cuota deportiva está a cargo de la variante Mercedes-AMG GLE 63 4MATIC, con un motor V8 biturbo con 557 caballos, y la Mercedes-AMG GLE 63 S 4MATIC, que incrementa la potencia hasta los 585.
Si hablamos de mecánica, la estrella de la gama es el nuevo GLE 500 e 4MATIC, una variante híbrida plug-in. Se destaca por contar con un motor V8 naftero con 333 caballos apoyado por otro eléctrico de 116 CV, dupla que genera nada menos que 442 caballos y 650 Nm de par. El gasto de combustible cuando funcionan ambos es de sólo 3,3 l/100 km.
El SUV híbrido además tiene la particularidad de ofrecer cuatro modos de manejo de dicho sistema, así como una batería que puede ser enchufada a la red eléctrica hogareña (220 v) y logra una autonomía “verde” de 30 kilómetros.