Lamborghini presentó la última evolución del Aventador, el superdeportivo que ahora cuenta con la variante más potente de su historia. Pero no es lo único, ya que la marca italiana aplicó cambios en varios rubros.
En primer lugar, el nuevo “Lambo” se destaca por contar con una actualización del diseño exterior: paragolpes delantero y trasero, el alerón móvil trasero y el difusor del mismo sector, lo que le brinda una imagen renovada.
Los cambios exteriores también le permiten mejorar la aerodinámica, muy importante en un superdeportivo. Así, tiene más del 50% de carga aerodinámica y 400% menos de resistencia en comparación con el modelo anterior.
Las modificaciones se extienden al motor, un V12 con 6,5 litros y aspiración natural en el que se optimizó la distribución variable y se incrementó el régimen, desde las 8.350 hasta las 8.500 rpm. De esta forma, incrementó la potencia hasta los 740 caballos (40m más), junto con un torque de 690 Nm a 5.500 rpm.
El propulsor naftero se asocia con un nuevo sistema de escape (20% más liviano) y con una caja automática con siete velocidades, mientras que la tracción está presente en las cuatro ruedas.
Con una relación entre peso (1.575 kilogramos) y potencia de 2,13, las prestaciones son impresionantes. Puede acelerar de 0 a 100 km/h en un tiempo de 2,9 segundos y lograr una velocidad máxima de 350 km/h.
Otra de las novedades de este modelo es la incorporación de un sistema de dirección en el eje trasero, el cual permite el giro de las ruedas traseras, en la misma dirección (a baja velocidad) o en la contraria de las delanteras, lo que mejora la maniobrabilidad y la estabilidad.
El Aventador S además cuenta con un chasis de fibra de carbono y novedades en el interior (como tablero y central multimedia) y en la puesta a punto de la suspensión (incluyendo su electrónica). Además, los frenos tienen discos carbocerámicos y los neumáticos fueron desarrollados especialmente.