Honda presentó en Brasil la renovación de la tercera generación del Fit, el monovolumen del segmento B, que es producido en el país vecino y cuenta con novedades en varios rubros.
En primer lugar, la estética exterior le dio la bienvenida a la nueva parrilla (cromada) y las renovadas ópticas con luces de LED, las cuales están acompañadas por paragolpes más grandes. Las luces traseras también son de LED.
La gran novedad del monovolumen es la incorporación de los controles electrónicos de estabilidad y tracción, así como el asistente de arranque en pendientes, sistemas que están presentes en todas las versiones.
Según la variante, el modelo brasileño también puede contar con climatizador automático digital (como el que posee el mexicano), airbags laterales, cámara trasera y llantas de aleación de 15 o 16 pulgadas.
Por su parte, la versión tope de gama (denominada EX-L) incluye las mencionadas luces de LED delanteras, tapizado de cuero y sistema multimedia con pantalla de 7 pulgadas, navegador y compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay.
En cuanto a la mecánica, el Fit sudamericano mantuvo el motor naftero 1.5 i-VTEC con sistema flex y hasta 116 caballos de potencia. Se asocia con dos opciones de caja: manual con cinco marchas y automática CVT con función manual con levas y siete cambios.
En Argentina, el Honda Fit de tercera generación llegó este año desde México con el diseño original y la versión EX-L, con motor naftero 1.5 i-VTEC con inyección directa y 132 caballos, combinado con la caja CVT.