Volkswagen continúan anticipando las características del T-Cross, su primer SUV para el segmento pequeño, que será producido en Brasil y comercializado en la región y Argentina desde el primer semestre de 2019.
Tras la develación del primer boceto y de las imágenes de unidades parcialmente camufladas, la marca alemana brinda detalles sobre la versatilidad que ofrecerá el interior, cuyo diseño aún no ha sido mostrado.
Gracias a la implementación de la plataforma modular MQB (la misma de Polo y Virtus), VW anuncia que el modelo posee un eje delantero desplazado hacia adelante, lo que incrementa la distancia entre ejes, que en la región será más generosa que la del modelo para Europa, al igual que la longitud.
La mencionada configuración da lugar a un mejor espacio en el interior y a un baúl más grande. La marca anticipa un “excelente espacio para las piernas de todos los ocupantes”.
La versatilidad del modelo está representada por el asiento trasero, dividido por tercios (60:40) y que también se puede rebatir completamente, lo que genera un área de carga plana que permite incrementar la capacidad del baúl y llevar objetos como bicicletas. Asimismo, contará con asiento del pasajero delantero con respaldo rebatible.
Volkswagen además anticipa una elevada posición de conducción, algo habitual en este tipo de vehículos. Es lograda gracias al despeje respecto del suelo y a los asientos, y según la marca también será apreciada por las personas altas.
El nuevo T-Cross competirá con productos como los Chevrolet Tracker, Ford EcoSport, Hyundai Creta, Jeep Renegade, Nissan Kicks, Peugeot 2008 y Renault Captur.