Tras ser lanzada con motorizaciones diésel y nafteras en diferentes mercados del mundo, la nueva generación de la Ranger ahora cuenta con la tecnología híbrida enchufable, que le permite circular de forma totalmente eléctrica y hasta compartir su energía.
La pick up mediana fue presentada con una tecnología que recurre a la electrificación; muy diferente a lo conocido en Argentina, donde es producida con motores convencionales: diésel 2.0 y V6 con 250 caballos.
Volviendo a la Ranger Plug-in Hybrid, la “chata” viene con una sociedad inédita entre un motor naftero, el EcoBoost 2.3 (turbo), y un motor eléctrico. El resultado de potencia no lo conocemos. ¿El torque? Ford dice que será el más elevado de todas las Ranger.
El abastecimiento de energía para el propulsor con cero emisiones proviene de una batería recargable que posee una capacidad -tampoco fue anunciada- que permite circular durante más de 45 kilómetros de forma totalmente eléctrica. Es uno de los modos de conducción disponibles.
Para cargar la batería hay que recurrir a un enchufe ubicado -con una tapa- junto a la tapa convencional para acceder al tanque de combustible. Otras de las novedades de la Plug-in Hybrid son las nuevas llantas de 18 pulgadas.
La mecánica también tiene la presencia de la tracción 4×4; forma parte de una configuración que permite ofrece una capacidad de remolque (con frenos) de 3.500 kilogramos, la misma de las variantes térmicas de la camioneta.
A través del sistema Pro Power Onboard, esta Ranger puede compartir su energía eléctrica para ser utilizada por herramientas y electrodomésticos de alto consumo. La conexión se realiza con tomas de corriente presentes en el habitáculo y la caja de carga.