Audi develó en Europa la segunda generación del Q3, el SUV del segmento C nacido a principios de la década y disponible en el mercado argentino desde 2012.
El nuevo capítulo del modelo posee un estilo de diseño exterior alineado a la nueva imagen de la marca, también presente en el Q8. Además, incluye el paquete S line, que cuenta con paragolpes, molduras laterales y difusor trasero con estilo deportivo.
Creado sobre la plataforma modular MQB, es más grande que el producto precedente. Tiene 4.485 mm de largo (97 más), 1.849 de ancho (18) y 1.585 de altura (5 menos), mientras que la distancia entre ejes es de 2.680 mm (77 más).
Las medidas exteriores permiten un habitáculo más amplio, con mayor espacio para piernas, cabeza y hombros. Además, posee un panel de a bordo con diseño orientado hacia el conductor, instrumentación digital y pantalla central táctil con hasta 10,1”.
Por su parte, el baúl ofrece portón con apertura eléctrica y un volumen mínimo que varía entre 530 o 675 (según la posición del asiento trasero, con desplazamiento longitudinal) y puede llegar hasta los 1.525 l.
El nuevo Q3 además dispone de asistente de conducción adaptativo (combina el control de crucero adaptativo, la asistencia en embotellamientos y el asistente activo de salida de carril), frenado automático, visión de 360 grados y asistencias activa de estacionamiento y de tránsito trasero cruzado.
Disponible en Europa desde fines de 2018, el Q3 se ofrecerá con tres motores nafteros TFSI y un TDI, todos con cuatro cilindros, inyección directa y turbocompresor, con potencias de 150 a 230 caballos.
Incluye una caja manual con seis velocidades y la automática S tronic (doble embrague) con siete marchas, junto con alternativas de tracción delantera o integral quattro, control de descenso y opciones de suspensión controlada electrónicamente y con puesta a punto deportiva.