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jueves , 26 de Diciembre de 2024
Una vez más, un vehículo nacional quedó expuesto por su bajo nivel de seguridad. En esta oportunidad nos referimos a la Peugeot Partner (en versión Patagónica) producida en la planta argentina de El Palomar.
El modelo fue chocado con el Rifter, la más moderna generación del vehículo de la marca, producido en Europa y a través de una unidad adquirida en Chile. Fue una prueba de choque auto a auto (de frente, solapada) realizada por Latin NCAP y Global NCAP.
Ambos vehículos son muy diferentes. El nacional, al igual que la Citroën Berlingo (comparten todas las características excepto los logotipos y emblemas) tiene sólo dos airbags frontales junto al control electrónico de estabilidad (ESC).
Con una estructura inestable que inicialmente no permitió la apertura de la puerta, clave para el rescate de heridos, el modelo local ofreció una protección pobre para el pecho y el cuello y un cuidado marginal para la cabeza del conductor. El dummy tenía lesiones con “alta probabilidad de riesgo de vida”, según Latin NCAP.
En la prueba de choque frontal con el otro vehículo, la Partner además demostró una protección pobre para el dummy que representa a un niño de 3 años, junto a una protección débil para el cuello y marginal para el pecho del dummy de un año y medio.
Para Latin NCAP, la Partner Patagónica -con 25 años antigüedad- no cuenta con varias características básicas de seguridad que pueden salvar vidas. El programa se refirió al “alarmante doble estándar de ‘cero estrellas’ adoptado en la región”. También anunció que el modelo habría recibido una calificación de cero estrellas en las evaluaciones de Latin NCAP y Global NCAP.
Por su parte, el moderno Peugeot Rifter europeo cuenta con seis airbags, control de estabilidad y estructura estable, una combinación que le permitió brindar -al conductor- una protección buena para la cabeza y el cuello y adecuada para el pecho. A eso se suma la protección total para el dummy de un año y medio y la buena protección para el de 3 años.
“Este resultado alarmante de un vehículo desarrollado hace más de 25 años y que aún se vende como nuevo en Argentina, cuestiona el liderazgo de Peugeot en materia de seguridad vehicular a nivel mundial. En un momento en que los estándares corporativos globales tienen como objetivo invertir en negocios donde se respetan los derechos humanos, es hora de que los socios de Stellantis consideren un escenario similar ya que los derechos humanos en términos de seguridad vehicular no están siendo respetados. Esperamos que esta prueba sea una llamada de atención para los consumidores, las autoridades y los fabricantes de vehículos. Todos los consumidores, sin importar en dónde vivan o cuanto paguen, tienen derecho a recibir el mismo estándar de seguridad en los vehículos. Esta brecha de seguridad ya no debería existir. Hacemos un llamado a Stellantis y a otros fabricantes para que dejen de usar estrategias de doble estándar en el mundo”, comentó Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP y Global NCAP.
