Además de su nuevo e impactante diseño, el Honda Civic de décima generación se destaca por su renovación mecánica que incluye los motores nafteros de cuatro cilindros 2.0 y 1.5 turbo.
Este último es el que, de acuerdo a la información divulgada por algunos medios brasileños, estará presente en el nuevo sedán cuando llegue a Brasil, país que también sería el encargarlo de fabricarlo para mercados como el argentino.
Con cuatro cilindros y 1,5 litros, el propulsor sobresale por su tecnología basada en el concepto del downsizing, con turbocompresor e inyección directa de nafta, además de disponer del sistema de distribución variable VTEC.
Dicho propulsor ya es utilizado en Japón y, según los medios de Brasil, admite hasta tres tipos de configuraciones, lo que debería variar la entrega de potencia y prestaciones. En EE.UU. consigue una potencia de 176 CV y un torque de 22,4 kgm.
En ese mismo mercado, el nuevo motor está asociado exclusivamente con una caja automática del tipo CVT, es decir con sistema de variador continuo, mientras que el segundo nuevo motor es un 2.0 VTEC con 160 caballos, aún no anunciado para la región.
Nuevo concepto
La décima generación del modelo se destaca por estar basada en una nueva plataforma y por su diseño más deportivo que incluso “disimula” la presencia del tercer volumen de la carrocería sedán. Además, posee un sector frontal con aires de Acura (la marca de lujo de Honda), como el renovado Accord, junto con una zona trasera con estilo de cupé y ópticas en forma de “C”.
En el interior, promete mayor espacio y un nuevo concepor de tablero de instrumentos (el anterior posee uno en dos niveles), mientras que el equipamiento sumó novedades como luces con tecnología LED, sistema de frenado automático, asistente de mantenimiento de carril y control crucero adaptativo.