Land Rover presentó la nueva generación del Defender, su legendario vehículo todo terreno, ahora mucho más moderno que el modelo anterior y con grandes novedades que comienzan con la nueva plataforma D7x, basada en un monocasco de aluminio, en lugar del chasis de largueros.
El modelo posee un novedoso diseño que se combina con una silueta y soluciones que recuerdan al modelo anterior. Además, las carrocerías disponibles son dos. La versión 90 es la más pequeña y tiene dos puertas laterales, menos distancia entre ejes y 4,32 metros de largo, junto con un interior con seis plazas (3+3).
Por su parte, la 110 posee cuatro puertas, 4,76 metros de largo y brinda un interior con cinco, seis o siete asientos. El nuevo modelo además cuenta con diferentes opciones de personalización y hasta versiones comerciales.
Otra de las novedades está en la mecánica, ya que incorpora una suspensión independiente y neumática, amortiguadores de dureza variable y diferentes opciones de motorización. En 2020 también incluirá una versión híbrida enchufable.
Las versiones diésel biturbo con cuatro cilindros tienen 200 y 240 caballos y 430 Nm, mientras que los nafteros son un 2.0 turbo con 300 CV y otro 3.0 con seis cilindros en línea, turbo, compresor eléctrico y sistema híbrido suave con 48 voltios. Entrega 400 CV y 550 Nm.
El nuevo Defender también cuenta con tracción permanente en las cuatro ruedas con bloqueo de diferenciales central y trasero, caja automática ZF con ocho velocidades y reductora, junto con el sistema Terrain Response, para configurar los parámetros del vehículo según las condiciones del camino. Además, posee 291 mm de despeje, ángulos de ataque de 38° y de salida de 40° y una capacidad de vadeo de 900 mm.