Subaru develó en el Salón de New York la nueva generación del Outback, evolución que reemplazará al producto anterior, conocido en el mercado argentino, donde el modelo cuenta con una extensa trayectoria.
Las novedades del modelo, que es un derivado del Legacy, comienzan en la imagen exterior, donde posee cambios en las ópticas, la parrilla y las llantas de aleación bitono, piezas que se combinan con la configuración típica, que parte de una carrocería familiar.
El nuevo Outback, que fue desarrollado con la plataforma Subaru Global Platform, cuenta con paragolpes con apliques de plástico (también en los zócalos), sobresaliente despeje del suelo y barras de techo, mientras que el habitáculo posee un nuevo panel de a bordo combinado con una nueva pantalla central que es vertical y tiene 11,6 pulgadas.
A través de tecnología EyeSight Driver Assist de Subaru, la sexta generación posee frenado automático, detección de punto ciego con asistencia de cambio de carril, control de velocidad crucero adaptativo avanzado con centrado en el carril, alerta de tránsito cruzado posterior y mitigación de la distracción.
Por su parte, la mecánica incluye el motor naftero bóxer (cilindros opuestos) 2.5 con inyección directa, 185 caballos y 239 Nm de torque, que es de serie junto con la caja automática Lineartronic CVT con sistema de variador continuo, función manual, ocho marchas y levas en el volante, mientras que la tracción es la integral permanente Symmetrical All-Wheel Drive.
La gama sumó la versión XT, que se diferencia por la presencia del motor naftero bóxer 2.4, que incluye turbocompresor y ofrece 264 caballos y 376 Nm de torque a 2.000 rpm. También hay cambios en la suspensión independiente.