El llamativo Polo Arlequín está de regreso en Holanda, donde Volkswagen presentó la famosa serie multicolor, conocida por primera vez en 1995 y ahora basada en la generación actual de su hatchback. En esa década, acá tuvimos al Gol Top, con los mismos colores.
Como el modelo de hace 25 años, el nuevo auto surgido en Europa no pasa desapercibido por su configuración exterior, basada en un código de colores creado por la marca para representar a los cuatro componentes básicos del vehículo.
Presente en los guardabarros delanteros, el color azul significa motor y chasis, mientras que el amarillo representa al equipamiento y está en el paragolpes delantero, las puertas delanteras y el portón trasero.
Por su parte, el rojo representa a las opciones del vehículo y en el nuevo Arlequín está presente en el techo, los parantes y los guardabarros traseros. A eso se suma el verde, que identifica a los colores de pintura del auto y fue aplicado al capot, las puertas posteriores y el paragolpes trasero.
Con el objetivo de que el lenguaje del código fuera más atractivo para la imaginación, la marca alemana fabricó veinte unidades con los cuatro colores para realizar promociones en eventos de los concesionarios.
La propuesta de hace 25 años fue un éxito y la automotriz comercializó más de 3.800 unidades. Además, tenía una configuración interior exclusiva, con tapizado con los cuatro colores básicos de Arlequín y volante deportivo con cuero de color azul y selector de caja con el logotipo de la serie.