La marca alemana anunció el comienzo de la fabricación del modelo en el país vecino, desde donde llegará al mercado local. Las diferencias con el Polo europeo y los motores de la gama.

Volkswagen inició un nuevo capítulo en la región con el comienzo de la producción del nuevo Polo en la planta São Bernardo do Campo, acción que forma parte de una inversión de 2.600 millones de reales, que también contempla la producción del Virtus, su variante sedán.

Con un lanzamiento en Brasil reservado para el último trimestre del año, el nuevo hatchback del segmento es fabricado con la plataforma MQB A0, que también dará origen al sedán. Asimismo, se anticipan otros dos modelos: un SUV y una pick up del segmento de la Fiat Toro.

La automotriz también ha confirmado que el Polo tiene un diseño frontal exclusivo (derivado de clínicas realizadas con clientes brasileños) respecto del europeo, presentado en junio y fabricado en España. Por ese motivo, el hatchback aún se muestra parcialmente camuflado.

Por otro lado, VW configuró especialmente la suspensión del Polo para las calles y los caminos de esta parte del mundo. El resultado es un despeje 20 milímetros más generoso que el modelo fabricado en Europa.

Semanas atrás, la marca alemana había confirmado la presencia del motor 1.0 TSI con 128 caballos (con etanol) y 200 Nm de torque, junto con la caja automática Tiptronic con seis velocidades.

Ahora, medios brasileños como Carro y Quatro Rodas anticipan que los otros propulsores de la gama serán los nafteros 1.0 MPI (presente en el Up pero con mayor potencia) y 1.6/16v MSI, conocido localmente por equipar a los Fox, Suran y Saveiro, en todos los casos con 110 caballos.

El Volkswagen Polo llegará al mercado argentino en los próximos meses para ubicarse en la cima del segmento B, y más adelante estará acompañado por el Virtus.