Honda mostró por primera vez la quinta generación de la CR-V, su modelo para el segmento SUV mediano, nacido en el año 1997 y con una historia de éxito en Estados Unidos y otros mercados.
El nuevo modelo se caracteriza por haber incorporado la nueva generación de la estructura de carrocería Advanced Compatibility Engineering (ACE), a lo que se suma un diseño completamente nuevo que recuerda a la CR-V anterior, pero con una buena dosis de modernidad.
Otras de las características exteriores del nuevo SUV son las luces diurnas de LED, las llantas de aleación de 17 ó 18 pulgadas, el grueso parante trasero y las generosas ópticas traseras, ahora con forma de “L”.
Puertas adentro, el modelo se beneficia con el nuevo diseño de la plancha de a bordo, que está acompañada por una pantalla táctil de 7 pulgadas en la consola central, y por un tablero de instrumentos con generosa pantalla central. También posee mayor espacio para los ocupantes.
La nueva generación además le dio la bienvenida al flamante motor naftero 1.5 con cuatro cilindros, inyección directa y turbocompresor (el primero con este sistema para el modelo), para el que se anuncia una potencia de 190 caballos. Está acompañado por el 2.4 i-VTEC, mientras que la caja es una automática CVT (variador continuo) y la tracción es 4×2 o integral.
El equipamiento también ha evolucionado, ya que ahora incluye sistemas como asistente de salida de carril, frenado autónomo con advertencia de colisión frontal y detección de peatones, control de velocidad crucero adaptativo, luz de ruta automática y alerta de tránsito cruzado posterior.
La lista además posee climatizador bizona, freno de estacionamiento eléctrico, portón trasero automático, audio compatible con Apple CarPlay y Android Auto, dirección eléctrica con relación variable y encendido remoto de motor.