El Volkswagen T-Cross, el primer SUV pequeño de la marca alemana, también es un vehículo global que será comercializado en Asia, Europa y Sudamérica, mercados en los que tendrá diversas novedades, como quedó demostrado en las respectivas presentaciones.
Lo primero que sobresale del SUV destinado a China es el diseño frontal exclusivo, con un conjunto de ópticas y parrilla alineadas que recuerda al Tiguan, su hermano mayor. Tanto el regional como el europeo tienen un estilo diferente.
Según Autonoción, y teniendo en cuenta que también posee la plataforma modular MQB, cuenta con 4,20 metros de largo, lo mismo que el producto que llegará el país, que además posee 2,65 metros de longitud en lugar de los 2,56 del modelo europeo.
El modelo para China también posee llantas de aleación similares a las de las de sus hermanos y el mismo estilo para las ópticas traseras, que están acompañadas por un paragolpes que, además de los cromados del brasileño, posee un aplique de color gris.
Por el momento, no se conocen imágenes del interior del modelo chino de SAIC Volkswagen Automotive, sector en el que debería contar con un panel de a bordo en línea con el del modelo destinado a Sudamérica.
Por el lado de la mecánica, el SUV posee dos opciones nafteras, el 1.5 MSI con 115 caballos acompañado por una caja manual o una automática con seis marchas, y el 1.4 TSI con turbo y 150 CV, junto con una caja manual o una automática con sistema de doble embrague y siete velocidades.