Mitsubishi presentó en Europa el nuevo ASX, un vehículo basado en la segunda generación del Renault Captur europeo, pero con algunas piezas exclusivas. Nada raro, porque pertenecen a la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
Una de las novedades del modelo de Mitsubishi, que es casi idéntico al SUV del rombo, es la parrilla delantera, que cuenta con un nuevo diseño interior acompañada por el logotipo de tres diamantes, aunque con la forma exterior heredada del modelo del rombo.
El SUV además mantiene la carrocería con dos colores; en las imágenes se lucen los espejos y el techo de color negro. Con 4,23 metros de largo, es más pequeño que el modelo anterior, que tiene 4,29 m. En el interior también posee el diseño del Captur.
Y al igual que el modelo de la marca francesa, está desarrollado sobre la plataforma modular CMF-B combinada con motorizaciones conocidas en Europa. Una de ellas es la 1.0 turbo con tres cilindros que genera 91 caballos, mientras que la primera opción electrificada combina un motor 1.3 turbo con un sistema híbrido suave que incluye una batería de iones de litio de 12 voltios; ofrece 140 CV con caja manual y 158 CV con la automática.
La gama además está disponible con una variante híbrida con un propulsor de 1,6 litros y dos motores eléctricos, conjunto que desarrolla 143 caballos. Y hay una híbrida enchufable con motor 1.6, dos eléctricos y una batería que permite recorrer hasta 63 kilómetros en modo eléctrico.
Las marcas pertenecientes a grupos automotrices acostumbran a compartir modelos. Y Mitsubishi ya lo hizo. Hace una década, fabricó en Japón el ASX que acá fue llamado Outlander Sport (llegó en 2012) junto con los Citroën C4 Aircross y Peugeot 4008. Ahora, tomó la base del modelo de Renault para tener su nuevo ASX.