Igual pero con algunas diferencias respecto al regional, el SUV que será producido en España posee cambios en el exterior, menos espacio en la cabina y más baúl. Además, incluye motores nafteros y diésel.

Volkswagen presentó simultáneamente el nuevo T-Cross en Europa, China y Brasil, cuyo modelo fabricado en San Pablo es el destinado al mercado argentino. Pero, ¿cuáles son las diferencias del producto para el Viejo Continente?

En primer lugar, la distancia entre ejes posee 2,56 metros (como el Polo) en lugar de los 2,65 (como el Virtus), lo que varía el espacio interior a favor del regional, que posee 4,20 metros de largo en lugar de los 4,11 del europeo, que además es 9 mm más bajo, pero tiene un baúl más grande, con 385 a 455 litros.

Otra de las novedades del más pequeño es el diseño exterior, donde cuenta con paragolpes delantero y trasero con estilo exclusivo, además de una parrilla diferente, lo mismo que sucede con las diferentes opciones de llantas de aleación.

Una de las opciones exhibidas por Volkswagen incluye plásticos negros en los paragolpes y los zócalos laterales, además de llantas de aleación con color alineado al de la carrocería, lo mismo que sucede con una parte del panel de a bordo en el interior.

Por su parte, la versión R-Line, desconocida en esta parte del mundo, se destaca por contar con una propuesta más deportiva, con emblema en la parrilla frontal, llantas con dos colores y mayor presencia del color de la carrocería.

También diferente, la oferta mecánica incluye motores Euro 6, con los nafteros 1.0 TSI con tres cilindros, filtro de partículas y potencias de 95 o 115 CV, y 1.5 TSI con 150 CV. Además, hay un turbodiésel 1.6 TDI con cuatro cilindros y 95 CV, lejos de la oferta regional.